
La obra que intentaba combatir el fanatismo religioso fue un éxito. Estudiantes, familiares y amigos llegaron el 16 de enero hasta el Teatro Emilio S. Belaval para ver el trabajo realizado por los alumnos.
La obra que intentaba combatir el fanatismo religioso fue un éxito. Estudiantes, familiares y amigos llegaron el 16 de enero hasta el Teatro Emilio S. Belaval para ver el trabajo realizado por los alumnos.
A pesar de que las delfinas se enfrentaron a un equipo complicado y no obtuvieron la victoria, aseguraron el tercer lugar en la serie regular, ya que solo habían perdido una vez contra la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP).
Para los delfines, el encuentro más difícil fue el de la UMET puesto a que luchaban contra el cansancio y tenían que concentrarse. “La clave fue jugar en equipo”, añadió Edwin Martínez, compañero de equipo de Rivera.
Durante el 3 y 4 de marzo, la función ¡Esta familia se guilla! arrancó carcajadas del público presente. Alumnos, padres y egresados se dieron cita para ver el trabajo realizado por los estudiantes.
Ambos partidos transcurrieron como de costumbre hasta el último encuentro de los delfines contra los piratas de la American University (AU).
Del 24 al 26 de febrero el Centro Pastoral Universitaria ofreció el taller “Liderazgo solidario” en la Universidad del Sagrado Corazón (USC) de forma gratuita con desayuno, almuerzo y meriendas incluidas.
La Casa Abierta reunió a cientos de estudiantes que al ritmo de la música, el arte, las obras de teatro y los juegos, descubrieron la oferta académica y los beneficios que les brinda la Universidad del Sagrado Corazón para lograr sus metas académicas y profesionales.
«El evento comenzó con la animación de José A. Rojas, Geovanie B. Alvarado y Jacnier Ríos. A 10 minutos de comenzar, Alvarado le pidió a las asociaciones que publicaran sus pistas en sus páginas de Facebook y que los participantes le dieran “‘like” para encontrarlas».
La participación del cuerpo estudiantil fue excelente. Había mesas con artesanías a cargo del Taller Bujití y algunos exalumnos. Además, alimentos a la venta, entre ellos: arepas venezolanas, bizcochos y la BoriCola, una bebida carbonatada local con el slogan “El sabor del encanto”.