Mientras un empleado busca ganar al menos el salario mínimo en un lugar de trabajo, el teatrero vive bajo la incertidumbre de los días de cobro que, en lugar de ser los días 15 y 30, pasan a ser algunos fines de semana, cuando hay función.
“Los trabajos aquí en Puerto Rico son viernes, sábado y domingo. Te pagan (a los actores) por función, eso hace que no sea tan estable la cosa, por lo que tienes que estar en dos o tres producciones para ver un poco más de seguridad”, expresó el actor Cheo Vidal Torres, quien trabajó en la obra Hijas de su madre, presentada en el Centro de Bellas Artes de Santurce.
De acuerdo a Vidal Torres, quien es actor en San Juan Drama Company e integrante de la compañía de producción teatral Taller Uno, los salarios de los actores que laboran en el teatro local pueden fluctuar entre los $50 hasta un máximo de $700 por función.
Vidal Torres explicó que los actores trabajan bajo la incertidumbre de no saber cuánto ganarán por espectáculo, pues su sueldo depende de la cantidad de entradas vendidas, entre otros factores. “Tienes que estar trabajando con una producción élite para poder tener (seguridad de) tu dinero”, añadió el actor con 16 años de experiencia en la industria.
“Las artes en Puerto Rico no son promovidas, ni son apoyadas por el gobierno actual ni por ninguna otra administración. Entiendo que las artes no son la prioridad (para los políticos). Eso obviamente hace que al actor se le haga más difícil y que le paguen como tiene que ser. Se debe legislar para eso”, opinó el director del grupo de improvisación «Friendo y Comiendo».
Se buscan el ‘guiso’ en la producción
Una de las áreas más afectadas dentro de la industria del teatro, según la directora de Teatro Experimental Musical Puertorriqueño (TEMP), Aurymarie Cerdá, es la producción de las presentaciones teatrales.
Cerdá hizo énfasis en que los actores deben conocer el área de producción para tener mayores oportunidades de empleo y no depender solo de la actuación.
“Hemos descuidado el contenido que estamos llevando al público. Un buen actor debe tener conocimiento de lo que es utilería, escenografía, vestuario y luminotecnia. Estos componentes, al final del día, forman parte del producto que uno quiere enseñarle al público”, expresó la directora de TEMP.
Según explicó Cerdá, la producción de una obra de teatro también requiere la adquisición de derechos de autor, la adaptación de la obra, así como muchos otros gastos, por lo cual se hace difícil realizar múltiples presentaciones artísticas de esta índole en Puerto Rico.
“Ser directora de TEMP me ha abierto las puertas para hacer otros trabajos, como la actuación, pero también reconozco la importancia del área de la producción”, comentó Cerdá.
La industria del teatro no desaparecerá
Para Vidal Torres, aunque el teatro en la Isla está pasando por tiempos arduos, aseguró que no va a desaparecer.
Muestra de ello son colectivos como Teatro Breve, quienes llegaron a presentarse en el Coliseo de Puerto Rico y Escena7, con actores que representaron a la Isla en Ecuador.
“Al mundo le sobra talento y necesita de personas buenas que sepan unirlo. Tenemos que considerarnos seres emprendedores. Viene una generación llena de talento”, comentó el actor Michael Angelo Vargas, protagonista del cortometraje estudiantil “El duelo”.
Pese a los retos económicos que enfrenta la industria del teatro en Puerto Rico hoy día, Vidal Torres dice tener fe en la juventud. “Hay más interés (ahora) en los jóvenes por el teatro. Es un proceso de evaluación y esta generación actoral dará mucho de qué hablar”.