Con muchas expectativas de lo que acontecerá en su carrera profesional y atlética, Francisco Javier Betancourt Rivera se lanzará a un semestre cargado y su última representación en las Justas de Liga Atlética Interuniversitaria.

Betancourt Rivera, quien es jugador de baloncesto en la posición de shooting guard del equipo de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), comenzará en agosto de este año, su cuarto y último año de bachillerato en Ciencias del Ejercicio y Promoción de la Salud con una concentración menor en Mercadeo.

Desde su primer año universitario, el atleta se vio obligado a cambiar su rutina de entrenamiento y a restablecer sus prioridades para rendir en el salón de clases y en la cancha.

“Al principio fue retante descubrir porqué el rendimiento no estaba siendo el mismo, por lo que tuve que mejorar las técnicas que utilicé en la escuela superior y acompañarlas con una buena actitud,” indicó el escolta de la USC.

Su rutina diaria consiste en entrenar, estudiar y disfrutar de su vida universitaria al máximo, por lo que confesó que muchas personas le han preguntado cómo ha logrado mantener buenas calificaciones, buen desempeño en la cancha, y a su vez, tener una vida social activa. Sin embargo, admitió que el balance consiste en “establecer prioridades y aprovechar el tiempo libre para realizar las tareas”.

El joven aseguró que lo más importante de un ser humano, desde su perspectiva, es su educación y cómo la ejerce. Por lo tanto, su pasión por el baloncesto y por su carrera buscará impactar la vida de las personas promoviendo una buena salud.

Betancourt Rivera relató que comenzó en el deporte a los 5 años, y aunque en ocasiones pensó que se cansaría de practicarlo, descubrió que lo más que le gustaba era que lo exhortaba a ser perseverante.

A sus 12 años, el baloncelista tuvo una fisura en su rodilla que lo llevó a reflexionar sobre la importancia de practicar, pero también de educarse y velar por su futuro.

“En el momento del accidente en la rodilla fue que me di cuenta de que el deporte era importante en mi vida, pero estudiar también lo era”, comentó.

A partir de ese momento, Betancourt Rivera comenzó a esforzarse en ambas disciplinas, trayéndole consigo viajes a Europa, Estados Unidos, Cuba y República Dominicana. De igual forma, adquirir una beca atlética en su institución académica.

“Todas las experiencias internacionales que tuve gracias a mi desempeño en el deporte me hicieron ver que al final, vale la pena todos los sacrificios que realicé”, aseguró el deportista.

Luego de tres años participando en la LAI, Betancourt Rivera indicó que dentro de sus prioridades y las del equipo, se encuentra prepararse para conseguir el campeonato que tanto anhelan.

Con un grado menor en Mercadeo, el joven aspira continuar sus estudios en Quiropráctica y establecer su propio negocio.