Su talento y compromiso con la comunidad sagradeña lo convirtió en un estudiante sobresaliente de la institución.

Por Gretchen Guasp Guerra
Estudiante de Producción Digital y Mercadeo

Francisco Ortiz es natural de San Juan y aspirante a un bachillerato en Publicidad. Por ser multifacético y tener la disposición de aprender cosas nuevas, decidió realizar una concentración menor en Producción Digital de Cine para así cumplir su sueño de tener un negocio propio.

Además de ser estudiante, es un artista dedicado al teatro y la música. Ha deleitado a muchos con su talento siendo parte del Coro de la Universidad del Sagrado Corazón, y cantando en la Confra. No solo se ha dado a conocer por su talento artístico, sino por ser esa persona que siempre dice presente.

Siempre dispuesto a representar aquellas cosas de las que se siente orgulloso, Francisco es un ejemplo de liderazgo para los jóvenes.

Su participación tanto en la vida estudiantil como las cinco asociaciones a las cuales pertenece hizo que se ganara la admiración de los sagradeños, pues su meta es clara: servir y traer felicidad.  El estudiante de cuarto año busca alegrar el día de alguien con un simple “hola’’, abriéndose y ofreciendo su amistad a todos los miembros de la comunidad universitaria.

Comentó que ha puesto a muchos estudiantes, especialmente los de nuevo ingreso, en el camino correcto por medio de consejos sobre las oportunidades que ofrece Sagrado. Da el ejemplo animándolos a participar, aprovechar al máximo los años en la institución y dejándolos saber que cuentan con su amistad.

Cabe destacar que su trabajo y liderazgo juegan un rol importante en la vida de Francisco fuera del campus. A través de la compañía El Mundo de los Muñecos, lleva felicidad a muchos lugares con sus espectáculos de títeres. En adición, le apasiona el servicio comunitario.

Señaló que después del Huracán María, un familiar le ofreció irse a su casa Estados Unidos por un tiempo, pero rechazó la oferta ya que sentía necesidad de quedarse ayudando a los damnificados. Fue entonces a repartir suministros, y visitó un refugio en Canóvanas donde logró sacarle una carcajada a los que estaban presentes.

“Cuando pasó María, yo no me pude quedar en mi casa sin hacer nada. Tenía que salir y ayudar a los demás’’, expresó el estudiante destacado.

Francisco Ortiz junto a miembros del Consejo de Estudiantes
Foto: Consejo de Estudiantes

Participar en el Consejo de Estudiantes fue un gran reto que se convirtió en un logro. Entre sus clases, el trabajo y otras responsabilidades, tiene mucho en sus manos. Aún así, puede conseguir el tiempo que necesita para colaborar con el Consejo de Estudiantes, un equipo de trabajo que se ha convertido en una familia para él.

Como Vicepresidente del Consejo, continuará realizando actividades con el fin de que los estudiantes se sientan a gusto en Sagrado.